Entre el 40% y el 60% de los drogodependientes consiguen no recaer

08 Jun Entre el 40% y el 60% de los drogodependientes consiguen no recaer

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Estudios científicos que comparan los índices de recaída de distintas enfermedades crónicas desvelan, en el caso de las drogodependencias, que entre el 40 y 60 % de los enfermos vuelven a caer.

“Las cifras como titular asustan un poco”, dice Lorena Casete, psicóloga clínica de ACLAD Coruña, quien se queda con el reverso del encabezado: Exactamente igual es el porcentaje de los pacientes que consiguen evitar las recaídas. Y no sólo eso, matiza que las personas que no son drogodependientes, sino que simplemente tienen problemas de abuso abandonan las drogas de forma definitiva en más altos porcentajes.

 “Los drogodependientes no recaen porque sean unos viciosos tremendos, sino porque la recaída es normal en cualquier enfermedad crónica”

En el espacio Cita con Aclad, con Pablo Portabales, Lorena Casete ha explicado que el trastorno adictivo es una enfermedad crónica, por lo que las recaídas forman parte del proceso propio de cualquier afección que sea para toda la vida, como ocurre con la diabetes, el asma o la hipertensión. “Estas enfermedades funcionan así, incluso algunas de ellas tienen tasas de recaída mayores, de un 70%, lo que quiere decir que los drogodependientes no recaen porque quieran o porque sean unos viciosos tremendos. La mayor pelea que tienen en el día a día es evitar la recaída”, dice la psicóloga.

La prevención para no volver a caer comienza con el inicio del tratamiento del paciente. Cuando llega a ACLAD, una de las primeras recomendaciones que reciben él y su familia es ejercer un mayor control para que no maneje dinero, evite amigos y bares donde se consume y se abstenga de salir de noche. El tratamiento finaliza cuando la persona conoce sus limitaciones y asume precauciones sin que nadie le vigile.

Las situaciones de alto riesgo son tantas como personas, por lo que la psicóloga enfatiza la siguiente máxima: “Si tu tienes una adicción que quieres dejar y evitas personas, lugares y cosas, tienes un 70 % de posibilidades de que te salga bien”.  Este principio se basa en modelos de tratamiento como el de Alchólicos Anónimos. Como ejemplos, Lorena Casete habla de personas que asocian estar colocados con escuchar ciertas músicas que, por tanto, deberán evitar. Otras personas, fundamentalmente consumidores de cocaína, asocian estar colocado con fín de semana, así que lo importante es que identifiquen esta asociación para aprender a planificar otras actividades alternativas.

“Sobre todo en Coruña, donde el tiempo es tan malo, el sol va asociado al consumo y el alcohol hace de trampolín”

Entre las situaciones de riesgo hay una común en muchos pacientes y que por este motivo Lorena Casete ha comenzado a explorar: La llegada del sol. “Sobre todo en Coruña, donde el tiempo es tan malo, cuando empiezan a llegar esos primeros rayitos de sol en abril, que nos pone más contentos, anima a bajar la ventanilla y a poner la música más alta en el coche son situaciones que ellos también lo asocian al consumo”.  La mezcla llega a ser explosiva cuando además de sol, hay fiestas y alcohol.  Por eso, aprovechando que viene la celebración de San Juan, la psicóloga recuerda que “el alcohol hace de trampolín en el 90% de las recaídas porque altera los criterios de percepción de riesgo, así que incluso una copita nada más…mejor, ahorrársela”

“Hacen falta muchas citas para aprender a manejar emociones como la ira o la ansiedad”

Otra de las situaciones de riesgo más complicadas en las recaídas, donde juegan las emociones internas de la persona, son las discusiones. En ACLAD los pacientes aprenden a manejar los enfrentamientos mediante interveciones muy sistemáticas de gestión de la ira y la ansiedad. No en vano, asegura Lorena Casete. “Hacen falta muchas citas para cambiar ciertas cosas en la forma de ser de la persona y conseguir que, ante una discusión en vez de ´me piro y consumo´ elija , `me quedo, me siento, respiro, ceno y mañana sigo la discusión “

Como enfermedad crónica que es, un trastorno adictivo nunca se cura, pero el paciente puede conseguir la estabilidad y el control. Y aún más, una recaída puede ayudar mucho si se le saca partido. Cuando se comenta en las consultas, Lorena Casete la compara con “una película que puedes ver fotograma a fotograma para conocer exactamente las pautas que propiciaron volver a caer”.